Rio Tinto ha anunciado un cambio estratégico significativo en su modelo de negocio global, que incluye la venta de una cartera de activos no esenciales valorada en aproximadamente US$ 10 mil millones. El objetivo de la compañía es reenfocar su estrategia operativa a nivel mundial, buscando una mayor eficiencia y rentabilidad.
Esta decisión implica una limpieza en su portafolio de negocios para concentrar la inversión y el desarrollo en aquellos recursos que la empresa considera prioritarios para el futuro de la minería. Los activos centrales que Rio Tinto busca potenciar son el cobre y el litio, dos metales clave para la transición energética global y la electrificación.
La venta de estos activos permitirá a Rio Tinto generar capital fresco que será destinado a la expansión y desarrollo de proyectos principales y a la mejora de las operaciones existentes de cobre y litio.
El plan de desinversión subraya la tendencia de la gran minería a optimizar las carteras de activos, priorizando aquellos recursos que aseguran la rentabilidad a largo plazo y que están directamente vinculados a la demanda de energías renovables.